miércoles, 23 de abril de 2008

Cronicas de un pastor III parte

Ha terminado el sabado, dando paso al domingo, el domingo es probablemente el dia mas dificil para un pastor, es el el dia en el que nos levantamos bien temprano, bueno, los que acostumbramos a hacerlo, usualmente para algunos de nosotros, ya el mensaje esta listo, con varios dias de anticipacion, en las iglesias de tamaño mediano, entran las llamadas temprano en el dia, de los que no llegaran de los que tienen alguna parte, y no llegaran a tiempo, en fin tantas cosas que se presentan en ese lapso de tiempo, en mi caso, casi siempre aparece alguien rezagado que me llama, ya he dejado esa costumbre y trato de concentrarme en la ministracion, de el domingo, algunos investigadores han dicho, que una ministracion de estas, te hace perder tanta energia como un dia de trabajo, la verdad de acuerdo al tipo de servicio que sea muchas veces termino mas agotado que cuando trabajo en lo secular. Despues que acaba el servicio, las filas a veces parecen no acabar, padres con problemas con sus hijos, gente que tiene algun dilema con un negocio, situaciones de parejas, alguno que otro enfermo que en mi caso de ser medico, siempre buscan alguna direccion medica y yo termino orandoles aparte de darles algun consejo practico o de tipo naturalista, cosas nuevas que se presentan, modelos de trabajo nuevo que marcarle a algun lider, son algunas de las cosas que se presentan en la iglesia, al final de los servicios cada domingo sin contar las visitas a hospitales u otros lugares que son necesarias usualmente alguno que otro domingo. En fin, este domingo fue espectacular, los ultimos servicios han sido mas avivados que de costumbre, es lo que los pentecostales le llamamos "avivamiento", a veces pasa un fenomeno raro cuando toco alguna que otra persona, no es mi costumbre tocar a todo el mundo, en vez de caerse hacia atras, (que conste no se cae todo el mundo ni tumbamos a nadie), se caen hacia adelante, el otro dia unmastodonte de mas de seis pies y trescientas libras, se desmongo o desplomo y casi me tumba a no ser por un par de diaconos, que estaban detras. Es la vida de pastor, el ministerio ha dado un giro desde que obedeci al llamado y estoy a tiempo completo al final del servicio una pareja de lideres se acerco y me dijo pastor necesitamos hablar con usted ...................... continuara......

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